Esta entrada nace como un comentario del último programa de Fort Apache: "China ¿nueva potencia hegemónica?".
Lo que en principio iba a ser un pequeña nota a pie de página, ha acado por convertirse en un entrada más bien extensa. YouTube me limita a 500 caracteres y probablemente Facebook también, así que lo más idoneo es una entrada en este olvidado blog.
En primer lugar, no entiendo cual es la motivación de invitar a ponentes con un conocimiento superfluo sobre China para debatir sobre este tema (como es el caso de Marga Ferré). Este debate con un sinólogo y analista político como Xulio Ríos hubiera ganado mucho más. Las exposiciones de Georgina Higueras y Manolo Monereo son, en mi opinión, las más interesantes y acertadas.
El programa comienza lanzando una pregunta: ¿podrá el progreso económico Chino imponer un "Chinese way of life"? Todos los ponentes coinciden en que no será posible. Yo en cierta medida comparto esa opinión si de lo que se trata es de establecer una analogía exacta, pero discrepo en el fondo.
Todo el Asia oriental ha estado influenciado a lo largo de su historia por la cultura China. Sobre Japón, Corea, Vietnam, Malasia, Singapur e incluso Indonesia ha caído el peso cultural del país del centro. No habrá un "Chinese way of life" a lo USA (me gusta el análisis de Juan), pero sí, a China le interesa, más allá de su progreso industrial y económico, ser capaz de marcar tendencia en lo cultural.
Del mismo modo que a día de hoy son Japón y Corea del Sur los 2 países de Asia que dicen a los jóvenes qué consumir, qué vestir, qué música escuchar, etc China no va a renunciar a ocupar ese poder, porque es un modo de empatizar y adquirir relevancia en el mundo. Exportar cultura popular, a través de la expresión artística que fuere (idioma, música, cine, literatura, deporte, etc), es en cierto modo exportar los valores de un país y su modo de entender la vida.
Además, no es de extrañar que China se haya lanzado a la conquista de África, no a través de la misericordia y condescendencia cristiana que han caracterizado a Occidente, sino a través de la prosperidad que trae consigo el comercio. Si las vidas de miles de personas en África sigue mejorando (algo que no ha conseguido Occidente) gracias al comercio e inversión chinas, los jóvenes africanos tendrán a China como su modelo, no solo económico, sino vital.
Posteriormente, Georgina, durante una intervención, concede poco valor a la ideología del Partido Comunista de China, comentando que fundamentalmente son los chinos confucianos. Pablo Iglesias la recrimina comentando que, si atendemos a este argumento, ningún debate político sería posible. Yo disiento de la opinión de Pablo y me identifico con la aseveración de Georgina.
Es necesario atender a la idiosincrasia de un pueblo para analizar sus procesos políticos. Ho Chi Minh decía que: "antes de ser comunista, yo fui antetodo un nacionalista". Si lo que primase fuese la ideología, por encima de la historia y la cultura de un pueblo, no se entiende pues que los países donde existen menos diferencias entre clases (índice Gini) sean precisamente países de corte liberal: norte de europa y Japón ¿No es acaso la interpretación que los japoneses, por ejemplo, han hecho de las ideas liberales, al pasarlas por el filtro de su tradición y cultura, las que han hecho que los resultados en Japón y Singapur, por poner otro ejemplo de país liberal, sean distintos? Si la ideología es lo relevante ¿cómo se explica pues que la China comunista entrase en guerra con Vietnam, también comunista, por haber declarado éste la guerra a Camboya, también comunista? (Guerra sino-vietnamita). No prima la ideología, prima la nación y el peso de la cultura e historia de un país. Para mi está acertada Georgina cuando define a los chinos como pragmáticos y confucianos, más que como comunistas o capitalistas.
Hasta tal punto son pragmáticos los chinos que decía un político chino, Liu Ji, que el capitalismo humanista sueco representa el ideal comunista chino. También es conocida la frase de Deng Xiaoping: "lo importante no es que el gato sea blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones".
En un análisis sobre los sucesos de Tiananmen de 1989, comenta la ponente Marga que su sensación es que este es un tema que los chinos han decidido olvidar. Lo cierto es que en China la gente no habla de este tema, no porque les dé vergüenza, sino porque no hay libertad de prensa (recomiendo el documental The Tank Man). Si buscamos "Tiananmen" desde China en Google, solamente veremos fotos de la plaza, mientras que hacerlo desde cualquier otro lugar del mundo dará como resultado algunas fotos del fatídico evento. Los jóvenes chinos no conocen estos sucesos porque el partido se ha encargado de censurarlos. Mientras, en la más libre Hong Kong, cada 4 de junio, se reúnen miles de personas en el parque Victoria para velar por los estudiantes amasacrados. Este es el peligro de invitar a ponentes que no conocen el tema del que hablan. Que pruebe sino Marga a velar las almas de los fallecidos, un 4 de junio en la plaza de Tiananmen. Muchos activistas lo hacen y el resultado siempre es el mismo: desalojo. Y una vez más, el mejor análisis sobre Tiananmen ha sido el de Georgina.
Sobre las pretensiones imperialistas Chinas, comenta, creo que también Marga, que lo chinos carecen de ellas y que han impuesto su visión de un modo armónico. Irónico que diga esto de un país:
- Que en cuyo pasaporte figuran como territorios chinos: Taiwan (políticamente cierto pero discutible en la práctica), islas disputadas con Japón, Vietnam, Filipinas...; otros territorios continentales disputados con la India (pasaporte Chino).
- Que tardó decenas de años en reconocer la independencia de Mongolia y establecer relaciones políticas.
- Que entró a fuego y espada en el Tibet.
- Que celebró por todo lo alto superar a Japón como segunda economía del mundo.
- Que tenía una relación comercial de vasallaje con los países europeos en el siglo XIX (Reino Unido consiguió una relación de igual a igual tras la 1º Guerra del Opio).
- Etc, etc, etc.
Los chinos son profundamente nacionalistas, se sienten humillados por la colonización extranjera de su territorio y desconfían de los valores occidentales a los que siempre aplican un filtro chino. Se consideran un pueblo milenario de 5000 años de historia y tratan de recuperar el poder y la relevancia que en otro tiempo tuvieron. Les mueve un espíritu revanchista. Su colonización es comercial, en África y en América Latina, y a través del comercio extenderán su cultura y su poder.
También se discute en el debate cuánto queda de socialismo en China. Ellos llaman a su política económica "socialismo de mercado". Atendiendo a los principios socialistas sobre economía: empresas estatales, intervención y proteccionismo, fijar precios, etc...se puede afirmar que, en parte, China sigue siendo socialista. Por ejemplo:
- El estado participa en más del 51% en sociedades anónimas de sectores clave para la economía. PetroChina es una empresa estatal y de capital privado (cotiza en las bolsas de Hong Kong y Nueva York).
- China, a pesar de formar parte de la OMC, concede un trato de favor a sus empresas. Un caso muy flagantre es el del sector de las tecnologías de la información. Google tuvo problemas para operar en China, y acabo temporalmente por moverse a Hong Kong (después volvería a Beijing). Tras la publicación de los documentos de Wikileaks, se supo que los ataques recibidos por Google habían sido ordenados por miembros del politburó del Partido Comunista Chino.
- El valor del yuan respecto a otras monedas no lo fija el mercado, sino el Banco Popular Chino.
Todas estas políticas son políticas económicas socialistas. Yo no las juzgo (de hecho algunas me parecen apropiadas) pero el que diga que China es neoliberal no sabe qué significa liberalismo y no conoce la realidad económico-política de China.
Vuelvo a insistir, qué acertada estuvo Georgina cuando calificó a los chinos como pragmáticos y confucianos!