Tras varios meses, y algún que otro parón, terminé hace unas semanas la lectura de "La vuelta al mundo de un novelista" de Blasco Ibañez. Del tercer libro (según la edición de Alianza), me quedo con este texto sobre el fugaz progreso económico de la ciudad de Bombay. Resulta inquietante pensar que un texto que tiene casi 100 años pueda sonar tan actual. La vida es una canción con estribillo.
"Bombay ha sufrido hondas crisis comerciales, lo mismo que las metrópolis de la América del Norte y del Sur, crecidas de convulsión en convulsión, arruinándose estrepitosamente, para ser más ricas años después.
Cuando los Estados Unidos se vieron amenazados de muerte a causa de la guerra civil entre las provincias del norte y del sur, quedó Europa sin uno de los elementos más necesarios para su vida industrial: el algodón. Comprendieron los indostánicos la importancia de este momento, dedicándose con enérgica actividad a producir un artículo tan necesario para el alimento de las manufacturas de Inglaterra, y el depósito de todos los algondones del país fue Bombay, creando tal monopolio en poco tiempo fortunas prodigiosas. Además, los indígenas, arrastrados por la locura de la especulación que mostraban los bancos, desenterraron sus tesoros, guardados improductivamente durante siglos, y Bombay se mostró desbordante de dinero.
El algodón no fue al fin más que un pretexto para especulaciones quiméricas. Todos los días se fundaba una sociedad por acciones con capitales extravagantes. Más de setenta bancos fueron establecidos en pocos meses. Bombay se dedicó en masa a comprar y vender acciones, siendo éstas muchas veces simples pedazos de papel sin fundamento alguno en la realidad. Hasta las damas indostánicas y europeas, al pasear por la orilla del suerto, hablaban acaloradamente en sus carruajes de las fluctuaciones de la bolsa. Domésticos y obreros llevaban sus ahorros a los especuladores para que los hiciesen prosperar.
Fue en los años 1864 y 1865 el período culminante de esta locura. Todos contaban con que la guerra de Secesión de los Estados Unidos duraría indefinidamente; y cuando el Norte dio fin a esta lucha venciendo al Sur, todos los bancos nuevos de Bombay quebraron al mismo tiempo, siendo general la ruina. Desde entonces, la ciudad ha ido reponiéndose, llegando finalmente a ser la metrópoli comercial de la India gracias a procedimientos más sensatos y prudentes."