jueves, enero 20, 2005

Joder la jodienda

Nunca os he hablado de Kinlay House, el hostal donde vivo, o mas bien, donde vivia. Muchas historias me han ocurrido en el Kinlay, y mucha gente he conocido tambien. Desde lo mas interesante hasta lo mas friki, como siempre la realidad supera a la ficcion. Algun dia introducire un post para hablar de todos ellos.

Esto es de los mas extranho y gracioso, o al menos a mi me lo parece, que me paso estando alli. Creo que con justicia mereceria formar parte de los mitos y leyendas de ese antro de perversion llamado hostal.

Pues bien, ya viviendo buen tiempo alli, pase a formar parte de los residentes. Los residentes viven en la tercera planta, en un habitacion de verdad con armarios y estanterias. El pasillo de la habitacion era generoso, algunos hasta jugaban al futbol dentro.

Un buen dia, vino una banda de musica de chicas australianas y reservaron NUESTRA planta, asi que nos tuvimos que desperdigar por distintas habitaciones. Esto solia ocurrir de vez en cuando. Era entonces cuando te decias: "Por que cojones no vivo en un piso"

A mi me toco irme con Toni y el parte de la panda a la 205. Toni es un irlandes bohemio, por no decir buscavidas. Siempre lo veia durmiendo e intentandose ligar a alguna. No querrias encontrartelo de copas una noche.

La habitacion 205 se abre con una tarjeta (key). Se supone que las tarjetas hay que recojerlas en el mostrador y dejarlas cada vez que sales, pero a la gente se le olvida y al final desaparecen. La solucion es llamar a la puerta y que alguien te abra. Y asi hice, llame a la puerta dos veces y Toni me abrio. Estaba durmiendo XD. I am sorry.

Cogi mis cosas para ducharme, era sabado por la tarde y hay que ponerse guapito, y al salir deje la puerta arrimada, no queria volver a despertar a Toni cuando volviese. Despues de una refrescante ducha volvi a la habitacion abriendo la puerta repentinamente. Nada mas abrirla, oi dos gemidos de mujer que venian de la cama de Toni, las luces estaban apagadas. Creo que no hace falta explicar que es lo que estaba haciendo, ya todos hemos visto ese capitulo de Barrio Sesamo.

Para no joderla mas (la situacion me refiero) decedi no encender la luz de la habitacion, tranquilamente me asee y con esmero me puse mi pantalón y mi camisa. Me hubiese gustado ver la cara de la tipa XD.

Pues eso Toni, no te preocupes, tu secreto esta a salvo conmigo y con cientos de millones de usuarios de internet (bueno, con los 4 gatos que leen esto...) jajaja

martes, enero 04, 2005

La noche que nunca existio

La víspera de año nuevo me levanté por la mañana, tarde, y antes de ir al curro, me pasé por el supermercado para comprar las uvas de rigor. Sí, hay tradicciones que es mejor no perderlas, como decía Electrocea.

Después de unas cuantas horas "trabajando duro", estoy siendo irónico, el subsituto del jefe (porque ni el manager ni el team leader se dignaron en aparecer por alli) decidió que lo mejor era irse para a casa. Nadie se opuso, solo faltaría, y a las siete de la tarde hicimos las maletas. Eso sí, poco antes IBM nos invitó a una comida gratis.

Tras llegar a casa, me duche, cené (una pizza cogelada comprada en un 24 horas, porque a esas horas todas las tiendas estaban cerradas), y me fuí a casa de Raúl, poco antes de las campanadas. Cuando llegaba él se marchaba a otra fiesta, así que me quede con sus compañeros de piso.

Decidimos ir a ver los fuegos artificiales...todavía los estoy esperando. Seguro que llegamos tarde. Las uvas me pillaron en medio de la calle, así que a ritmo de mis propias campanadas me fui comiendo las uvas. Conseguí comerlas todas a tiempo XD.

Después volvimos a casa de Raul, charlamos, bebimos una botella de vino, y me volví. Antes de regresar decidí pasarme por Temple Bar, la zona de vinos. Para mi sorpresa, a medida que yo iba para allá todo el mundo regresaba. Ya sé que aquí los pubs cierran temprano, a las 3:00, pero es que es fin de año!!! Pues nada, que allí había cuatro gatos haciendo ruido con un tambor y otros bailando al ritmo de la percusion. Parecía una danza tribal. Por fortuna, me encontré con un compañero de trabajo con lo que tuve a alguien con quien charlar. En ese momento me dí de cuenta de lo afortunado que era. Él se tuvo que quedar a hacer overtime, y salió a las 00:00 del curro. Se comió las uvas en el autobús XD. Hubiese preferido comerme las uvas entre servidores, drawers y estaciones de trabajo, por lo menos tiene su punto friki.

A las 4:00 me volví al hostal, eché unas partidas al blackjack con los recepcionistas, y, vaya por Dios, gane bastantes (era la primera vez que jugaba). Uno de ellos me recordó que "Lucky at cards, unlucky in love". A mi recordó más a "Los tontos siempre tienen suerte".

Por supuesto, no hubo chocolate con churros.

Siento como que alguien o algo me ha robado una noche, la noche de fin de año.