Alguien dijo que "En la era de la información lo importante no es tener la información sino saber cómo localizarla"
Ayer, me preguntaba mi hermano Fran si tenía algún libro sobre economía japonesa. En el primer momento, lo único que se me vino a la cabeza fue "Historia breve de Japón" de Mikiso Hane editado en España por Alianza Editorial, un ensayo con pinta de tostón que sigue olvidado en mi estantería.
Casi inmediatamente me acordé de los cursos OpenCourseware del MIT. Para aquellos que nunca hayais oído hablar de esta web, OpenCourseware es una iniciativa del Massachusetts Institute of Technology, una de las más prestigiosas universidades estadounidenses, para ofrecer de manera abierta y gratuíta los materiales didácticos de las asignaturas de los múltiples cursos que se imparten en dicha universidad.
La mayoría de los cursos cuentan con índice estructurado del temario, referencias bibliográficas y videográficas, y lista de tareas (assignments). Otros además, incluyen material adicional como apuntes, presentaciones, etc. Herramientas como Google books o Google video pueden servir como excelente herramienta de apoyo a este material, bien para completarlo bien para ampliarlo.
Buscando diversos cursos relacionados con Japón he encontrado asignaturas como: East Asian Cultures: From Zen to Pop o Japanese Popular Culture con temas tan sugerentes como "Who are the otaku?" o "Pokemon and cross-cultural influence". Os imaginais que os preguntasen en un examen de universidad las transformaciones de Pikachu??? (a ver como era, Pikachu evoluciona a Raichu...)
En otras asignaturas como Topics in Culture and Globalization he encontrado temas tan interesantes como "Music Wants to be Free": MP3, P2P - Anarchy or Activism?" o "Globalization as the End of Culture?". Viendo estos temarios no me extraña que las universidades americanas estén consideradas las mejores del mundo. Creo que a nosotros, que vivimos en cierto escepticismo digital, nos resultaría snob tratar estos temas en un contexto universitario. Vale que yo terminé mis estudios hace unos cuantos años, pero napster apareció en 2000 y nunca oí reflexión crítica alguna en clase sobre las implicaciones del p2p y las posibilidades que brinda el acceso libre y casi ubicuo al conocimiento, ni sus implicaciones económicas, ni dada de nada. Siquiera un comentario sobre los aspectos técnicos del p2p (tecnología, protocolos, etc).
Globalización, el fin de la cultura. Sólo la mera confección de esta lista de recursos en internet me ha servido para reflexionar sobre dicha afirmación. Voy a OpenCourseware, y busco un tema que me interesa. Encuentro información, quizás no mucha, pero sí referencias y además de calidad. Con ayuda de Wikipedia, de Google books, de Google video voy completando esas referencias, y voy aprendiendo más y más. También tengo del.icio.us, puedo saber cuantas personas consideran interesante tal artículo y qué otros artículos han considerado interesantes. Así voy descubriendo nueva información...Y lo puedo hacer desde cualquier punto del planeta.
Hoy en día, 1.000 millones de personas, 1/6 de la población mundial, personas de nivel económico medio y que comprendan "to some extent" la lengua de Shakespeare puden saberlo todo , o casi todo, (al menos más, en el peor de los casos) acerca de algo en cualquier momento. Y dentro de unos años, no muchos, esos 1.000 millones de personas serán 3.000 millones. Eso sí, lo realmente importante seguirá siendo saber cómo localizar esa información.
Si el espacio geográfico y las fronteras han sido hasta ahora los motores que configuran la identidad de un país, de un pueblo, y por tanto de su cultura, supone un espacio sin límites geográficos, como internet, la resquebración de la identidad de los pueblos, el fin de la cultura? Yo no lo creo. Es verdad, los medios de comunicación, en parte, sirven para cohesionar a los pueblos y generar la ilusión de una identidad común. Un ejemplo claro es China, la televisión ha sido uno de los vehículos fundamentales para la difusión del mandarín como lengua común a los distintos pueblos chinos. La televisión, y la universalidad del acceso a la misma, ha supuesto un importante elemento de cohesión para el imperio del Centro.
Del mismo modo, el acceso a distintos medios digitales (web, mp3, video) a través de internet hará que yo tenga más vínculos en común con un chino hoy día que hace 50 años, probablemente. Los dos compartimos algunos gustos respectos a webs, música y películas, porque en parte podemos acceder a la misma información de manera casi instantánea, ya no estamos confinados a los límites de los canales de distribución y de la economía de mercado local en la que operan, ahora el mercado es global (sí, ahora mismo me puedo ir a Amazon y comprarme una Nintendo DS Lite Crimson&Black, modelo que aún no ha salido en España, por menos dinero de lo que cuesta aquí el modelo normal)
Sin embargo, el idioma sigue actuando como muro de Berlín cuando se trata de amalgación de culturas. Nunca la globalización supondrá el fin de las culturas, porque sencillamente, no existe un idioma global. Por el idioma, se crean nuevas barreras culturales incluso en internet. Si los idiomas mueren por glutición (un idioma absorve a otro) y se crean por fragmentación, la localización ayuda a generar nuevas fragmentaciones culturales, y como todo el mundo sabe, la localización es estratégica para la superviciencia de la empresa.
Así, las webs más accedidas en China no son las mismas que las más accedidas en España. Un español dificilmente ha oído hablar de www.baidu.com o de www.alibaba.com. El hecho de que Google cope el mercado de los buscadores en España no implica que sea así en el resto de paises. Sin embargo, muchos ya dan por sentado que Google es el único motor de búsqueda que existe en el mundo.
Probablemente sea el inglés ese idioma global al que me refería antes. Hoy día ya lo es, y los acontecimientos sólo indican que su posición tenderá a reforzarse en el futuro. El dominio del inglés, y el acceso a la red, marcará el grado en el que el individuo está más o menos globalizado. Pero en todo caso será una globalización parcial, gente de distintas culturas accediendo a información de una única fuente (en inglés), frente a una globalización multilateral que sería gente de distintas culturas accediendo a información de distintas fuentes.
También entran en juego otros factores que ponen límites a la globalización. La mayoría de estos límites nacen de intereses económicos. En Europa se empieza a hablar de la liberalización del sector sercicios. Os imaginais poder sintonizar cadenas de toda Europa en vuestro televisor, y ver la última temporada de Lost sin esperar a que una cadena española se haga con los derechos y la doble? Hoy día tenemos Joost, o podemos descargar esos contenidos con emule, pero como se dice en inglés "I have to be bothered" (tengo que molestarme). Si la tecnología no es sencilla de utilizar no es realmente útil. La recepción directa por televisión sí supondría un paso importante en este sentido.
En conclusión, la globalización puede ayudar a crear un espacio cultural común (o destruir un espacio cultural único existente: el fin de la cultura???), pero sólo tiene sentido hablar de grados, porque nuestro idioma local y el espacio físico limitado en el que nos movemos día a día (nuestro contexto local) suponen importantes barreras. Desde mi punto de vista, mientras existan las fronteras (y siempre existirán, en medida de que son la base sobre la que se fundamenta el estado) habrá pueblos, identidades y culturas, pero al mismo tiempo esas diferencias menguarán en medida que haya un aspecto cultural (principalmente información o conocimiento) no sometido a los límites del espacio físico y que sea fácilmente accesible.
Ayer, me preguntaba mi hermano Fran si tenía algún libro sobre economía japonesa. En el primer momento, lo único que se me vino a la cabeza fue "Historia breve de Japón" de Mikiso Hane editado en España por Alianza Editorial, un ensayo con pinta de tostón que sigue olvidado en mi estantería.
Casi inmediatamente me acordé de los cursos OpenCourseware del MIT. Para aquellos que nunca hayais oído hablar de esta web, OpenCourseware es una iniciativa del Massachusetts Institute of Technology, una de las más prestigiosas universidades estadounidenses, para ofrecer de manera abierta y gratuíta los materiales didácticos de las asignaturas de los múltiples cursos que se imparten en dicha universidad.
La mayoría de los cursos cuentan con índice estructurado del temario, referencias bibliográficas y videográficas, y lista de tareas (assignments). Otros además, incluyen material adicional como apuntes, presentaciones, etc. Herramientas como Google books o Google video pueden servir como excelente herramienta de apoyo a este material, bien para completarlo bien para ampliarlo.
Buscando diversos cursos relacionados con Japón he encontrado asignaturas como: East Asian Cultures: From Zen to Pop o Japanese Popular Culture con temas tan sugerentes como "Who are the otaku?" o "Pokemon and cross-cultural influence". Os imaginais que os preguntasen en un examen de universidad las transformaciones de Pikachu??? (a ver como era, Pikachu evoluciona a Raichu...)
En otras asignaturas como Topics in Culture and Globalization he encontrado temas tan interesantes como "Music Wants to be Free": MP3, P2P - Anarchy or Activism?" o "Globalization as the End of Culture?". Viendo estos temarios no me extraña que las universidades americanas estén consideradas las mejores del mundo. Creo que a nosotros, que vivimos en cierto escepticismo digital, nos resultaría snob tratar estos temas en un contexto universitario. Vale que yo terminé mis estudios hace unos cuantos años, pero napster apareció en 2000 y nunca oí reflexión crítica alguna en clase sobre las implicaciones del p2p y las posibilidades que brinda el acceso libre y casi ubicuo al conocimiento, ni sus implicaciones económicas, ni dada de nada. Siquiera un comentario sobre los aspectos técnicos del p2p (tecnología, protocolos, etc).
Globalización, el fin de la cultura. Sólo la mera confección de esta lista de recursos en internet me ha servido para reflexionar sobre dicha afirmación. Voy a OpenCourseware, y busco un tema que me interesa. Encuentro información, quizás no mucha, pero sí referencias y además de calidad. Con ayuda de Wikipedia, de Google books, de Google video voy completando esas referencias, y voy aprendiendo más y más. También tengo del.icio.us, puedo saber cuantas personas consideran interesante tal artículo y qué otros artículos han considerado interesantes. Así voy descubriendo nueva información...Y lo puedo hacer desde cualquier punto del planeta.
Hoy en día, 1.000 millones de personas, 1/6 de la población mundial, personas de nivel económico medio y que comprendan "to some extent" la lengua de Shakespeare puden saberlo todo , o casi todo, (al menos más, en el peor de los casos) acerca de algo en cualquier momento. Y dentro de unos años, no muchos, esos 1.000 millones de personas serán 3.000 millones. Eso sí, lo realmente importante seguirá siendo saber cómo localizar esa información.
Si el espacio geográfico y las fronteras han sido hasta ahora los motores que configuran la identidad de un país, de un pueblo, y por tanto de su cultura, supone un espacio sin límites geográficos, como internet, la resquebración de la identidad de los pueblos, el fin de la cultura? Yo no lo creo. Es verdad, los medios de comunicación, en parte, sirven para cohesionar a los pueblos y generar la ilusión de una identidad común. Un ejemplo claro es China, la televisión ha sido uno de los vehículos fundamentales para la difusión del mandarín como lengua común a los distintos pueblos chinos. La televisión, y la universalidad del acceso a la misma, ha supuesto un importante elemento de cohesión para el imperio del Centro.
Del mismo modo, el acceso a distintos medios digitales (web, mp3, video) a través de internet hará que yo tenga más vínculos en común con un chino hoy día que hace 50 años, probablemente. Los dos compartimos algunos gustos respectos a webs, música y películas, porque en parte podemos acceder a la misma información de manera casi instantánea, ya no estamos confinados a los límites de los canales de distribución y de la economía de mercado local en la que operan, ahora el mercado es global (sí, ahora mismo me puedo ir a Amazon y comprarme una Nintendo DS Lite Crimson&Black, modelo que aún no ha salido en España, por menos dinero de lo que cuesta aquí el modelo normal)
Sin embargo, el idioma sigue actuando como muro de Berlín cuando se trata de amalgación de culturas. Nunca la globalización supondrá el fin de las culturas, porque sencillamente, no existe un idioma global. Por el idioma, se crean nuevas barreras culturales incluso en internet. Si los idiomas mueren por glutición (un idioma absorve a otro) y se crean por fragmentación, la localización ayuda a generar nuevas fragmentaciones culturales, y como todo el mundo sabe, la localización es estratégica para la superviciencia de la empresa.
Así, las webs más accedidas en China no son las mismas que las más accedidas en España. Un español dificilmente ha oído hablar de www.baidu.com o de www.alibaba.com. El hecho de que Google cope el mercado de los buscadores en España no implica que sea así en el resto de paises. Sin embargo, muchos ya dan por sentado que Google es el único motor de búsqueda que existe en el mundo.
Probablemente sea el inglés ese idioma global al que me refería antes. Hoy día ya lo es, y los acontecimientos sólo indican que su posición tenderá a reforzarse en el futuro. El dominio del inglés, y el acceso a la red, marcará el grado en el que el individuo está más o menos globalizado. Pero en todo caso será una globalización parcial, gente de distintas culturas accediendo a información de una única fuente (en inglés), frente a una globalización multilateral que sería gente de distintas culturas accediendo a información de distintas fuentes.
También entran en juego otros factores que ponen límites a la globalización. La mayoría de estos límites nacen de intereses económicos. En Europa se empieza a hablar de la liberalización del sector sercicios. Os imaginais poder sintonizar cadenas de toda Europa en vuestro televisor, y ver la última temporada de Lost sin esperar a que una cadena española se haga con los derechos y la doble? Hoy día tenemos Joost, o podemos descargar esos contenidos con emule, pero como se dice en inglés "I have to be bothered" (tengo que molestarme). Si la tecnología no es sencilla de utilizar no es realmente útil. La recepción directa por televisión sí supondría un paso importante en este sentido.
En conclusión, la globalización puede ayudar a crear un espacio cultural común (o destruir un espacio cultural único existente: el fin de la cultura???), pero sólo tiene sentido hablar de grados, porque nuestro idioma local y el espacio físico limitado en el que nos movemos día a día (nuestro contexto local) suponen importantes barreras. Desde mi punto de vista, mientras existan las fronteras (y siempre existirán, en medida de que son la base sobre la que se fundamenta el estado) habrá pueblos, identidades y culturas, pero al mismo tiempo esas diferencias menguarán en medida que haya un aspecto cultural (principalmente información o conocimiento) no sometido a los límites del espacio físico y que sea fácilmente accesible.