Es lo que tienen los nombres, siempre tienen otro significado extraño en alguna otra lengua*. Por fortuna, la comunidad de hispanohablantes en Hong Kong es muy pequeña, pero estoy convencindo de que español que se pase por la tienda, foto que te pego ¿Me gustaría saber que pensará la dueña de todos esos seres extraños, también conocidos como tocapelotas, que se acercan con alevosia y nocturnidad a sacar fotos a su humilde tienda? Por supuesto, yo también pasé de entrar en el establecimiento. Me imagino como será la charcutería...
Para evitar estos dobles sentidos y juegos de palabras, propongo desde aquí otro cartel alternativo, que capta, sin duda alguna, la esencia de esta tienda. Dicho queda.
* Con los nombres propios es peor aún. Futuras mamás, no pongais a vuestra hija Nuria, puede que algún día lleguen a conocer a algún húngaro y para entonces ya será demasiado tarde...
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