"Con cuatro pasas, con cinco te quedas"
Este conocido proverbio japonés no hace referencia a la nota que un estudiante debería sacar para aprobar un examen, sino al número de horas de sueño que debería dormir si quiere pasar de curso.
Cuando estuvimos en Japón, pude observar con cierta incredulidad como efectivamente Masa dormía solamente 5 horas al día, y al mismo tiempo sentirme como un auténtico vago-lirón-marmota-de-mierda por dormir mis escasas 7 horas.
Si es cierto que los seres humanos necesitan dormir al menos 7 horas al día ¿qué pasa con el resto de horas? ¿es que acaso los japoneses no son humanos?
Pasada una semana, y después de vagar y divagar por Japón creo que he encontrado una explicación a este misterio. Y es que a los japoneses también les gusta dormir.
Para paliar esa falta de horas de sueño los japoneses aprovechan los tiempos muertos para echar una cabezadita donde sea. Duermen en cualquier parte: en el tren, en el bus, en el incómodo banco de un parque y de cualquier manera: sentados, tumbados e incluso de pie, agarrados a la anilla de un vagón de metro. Los medios de transporte están totalmente acondicionados para que te quedes dormido. Los asientos del metro son más cómodos que el duro colchón de mi cama y dentro del vagón hay un calorcito que da gusto...Resultado: te quedas frito antes de que el locutor diga lo de mamonaku....
Además, los japoneses parecen gozar de una especie de sentido arácnido que los despierta justo cuando llegan a su destino. Increíble!!! Eso sí, a veces el excesivo cansancio o el alcohol perturba este espectacular sentido y los pobres japos se despiertan en la última parada de la línea de metro. Por suerte, hay un chico al final de la línea que te despierta.
Y yo, que soy propicio a quedarme dormido en cuanto me siento y cierro la boca, no pude evitar quedarme dormido en tan extremas condicones. Lo sé, soy débil, pero menos que Servando...jajaja.